En este mundo donde cada persona es un
mundo me invitaste al tuyo. Te asomaste al umbral para darme la bienvenida.
Cuando en mi ademán tus ojos confundieron la pausa con la duda, te desvelaste
por hacerme entrar… Ahora te has marchado de mí y aquí me tienes, sin saber qué
hacer ni a dónde ir, en un mundo que no es el mío. Deambulando por la evocación
de tus sombras, finjo buscar una salida, trazar un destino allí donde más se
angosta mi camino.
[Poema en prosa inspirado por una
fotografía tomada durante mi paseo por la calle Farnesio, en el barrio de Santa
Cruz de Sevilla, en la mañana del 27 de marzo de 2015]
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