Cuando otro miércoles de abril transites
por el viejo puente aferrado a luciérnagas de cera, acuérdate de mí. Donde
dicen que habita el olvido… allí seré la memoria de las sombras chinescas que
el crepúsculo improvisara sobre la pared cuando procesioné por el alféizar de
tu ventana… allí seré el sentimiento de fin de época que el artista
callejero acertó a tatuar precipitadamente sobre los rescoldos de mi piel.
[Poema en prosa inspirado por una
fotografía tomada durante mi paseo por el barrio de San Bernardo de Sevilla, en
la gélida mañana del 29 de diciembre de
2014]
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